Claro de Tierra

No hay por qué salir de allí

A Paul Éluard

Libertad color de hombre

Qué bocas volarán en pedazos

Tejas

Bajo el empuje de esta vegetación monstruosa

El sol perro que se acuesta

Abandona la escalinata de un rico palacete

Lento pecho azul donde late el corazón del tiempo

Una muchacha desnuda en los brazos de un bailarín 

                                 bello y con coraza como San Jorge

Pero eso es mucho más tarde 

Débiles Atlantes

*

Río de estrellas

Que arrastras los signos de puntuación de mi poema y

de los de mis amigos

No hay por que olvidar que a esta libertad y a ti os he 

ganado jugando a las pajas

Si es ella la que conquisté

Cuál otra que no tú llega deslizándose a lo largo de una

cuerda de escarcha

Ese explorador que se enfrenta a las hormigas rojas de

su propia sangre 

Es hasta el final el mismo mes del año 

Perspectiva que permite juzgar si tenemos que vérnoslas

con almas o no 

19.. Un teniente de artillería se espera en una estela

de pólvora

*

Así pues el primer llegado

Asomado al óvalo del deseo interior

Enumera esas zarzas según la luciérnaga

Según que extiendas la mano para hacer el árbol o antes 

de hacer el amor

Como cualquiera sabe 

En el otro mundo que no existirá 

Te veo blanco y elegante

Los cabellos de las mujeres tienen el olor de la hoja de 

acanto

Oh vidrieras superpuestas del pensamiento 

En la tierra de vidrio se agitan los esqueletos de vidrio

*

Todo el mundo ha oído hablar de la Balsa de la Medusa 

Y puede en última instancia concebir un equivalente de 

esa balsa en el cielo

20 de mayo 1923

 

André Breton, Antología (1913-1966)

Siglo Veintiuno Editores