Amor de intelectuales

Es exactamente el mismo que en los demás individuos, lo que lo transforma, en apariencia, es que los dos enamorados hacen de voyeur y alcanzan las peores sugestiones.

La  s – u – p – e – r – m – u – j – e – r  representa al Instituto.
La  s – u – b – m – u – j – e – r  al dadaísmo.

En cuanto a los hombres, todos quieren convertirse en ministros.  Muchos hombres llevan en el ojal el recuerdo de las aventuras amorosas de sus mujeres. Las campanas de las iglesias, el ruido de las olas, la calma plana del mar, los claros de luna, las puestas de sol, la tormenta son otros tantos champúes para el pene ciego; nuestro falo debería tener ojos, gracias a ellos podríamos creer por un instante que hemos visto el amor de cerca: 

El amor platónico no existe. – ¡El amor es un postigo cerrado, pintado de gris negro! – ¡El amor es una ocasión que se ausenta! – ¡El amor es una vivienda húmeda! – ¡El amor es un pozo sobre una catedral! – ¡El amor es un formidable incendio!, etc., etc. – El amor es la denominación abreviada de la imagen de los fabricantes de niños. – El amor nos aplasta…  – ¡El amor puede ser admiración o piedad! – El amor es a menudo una comodidad económica. – El amor bajo la acción de la cocaína se hipertrofia, el amor es entonces pura reacción química y se manifiesta al contacto de las corrientes invisibles, como los reflejos de una rana muerta.

JesuCristoRastacuero – Francis PICABIA. En algún mes de 1920.  p. 14