Ulises Carrión nació en Veracruz en 1941; más tarde estudió literatura y filosofía en la ciudad de México, París y Leeds. A partir de 1970 vivió en Amsterdam y, desde entonces, sus actividades se desarrollaron fuera de la literatura tradicional y se centraron en las posibilidades espaciales del lenguaje. El resultado de esta labor fue una importante producción de obra bajo la forma de “libros de artista”, varios de los cuales se produjeron en Inglaterra, Holanda, Alemania o Brasil y han sido expuestos en Europa y América.
Sin embargo, la literatura no lo complació lo suficiente. A pesar de heredar un poco de la euforia de las vanguardias literarias del siglo XX, Carrión se desmarcó pronto de ese entusiasmo, renunció a ser escritor y emprendió tareas culturales más cercanas al arte conceptual: la galería Other Books and So (obas), donde publicó la revista Ephemera, y luego Other Books and So Archive (obasa), e hizo libros de artista, performance, instalaciones —una de ellas ha quedado registrada en El robo del año (Alias, México, 2013). No fue sino hasta 2003 que en el Museo de Arte Carrillo Gil se montó la primera exposición retrospectiva de su obra, gracias a la cual muchos tuvimos el primer contacto con ella. Y, en 2007, Taller Ditoria publicó Poesías (1972), un tomo en el que Carrión toma como «modelo» diez poemas, algunos de ellos considerados clásicos de la poesía en lengua española (uno de Gonzalo de Berceo, otro de Jorge Manrique, uno más de Juan Boscán…), a cada uno de los cuales hizo seis variaciones. Dado que esas variaciones están más cercanas al arte que a la poesía visual, no sé si haya sido atinado el nombre general bajo el que fueron agrupadas, pues además, como asegura Luis Felipe Fabre, «más que poemas, los textos de Carrión son poemas dejando de serlo a medida que su autor va dejando de ser escritor para convertirse en otra cosa» (en Leyendo agujeros, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2005, p. 41). Convengamos en que no son poemas, o «son poemas dejando de serlo»: ¿entonces qué son? ¿Simples «textos»? O, como el propio Carrión los llama, ¿«estructuras en movimiento»? En todo caso, sería más atinado «desconstrucciones poéticas», como las calificó Octavio Paz en una de las cartas que intercambió con Carrión en Plural. Y esa «otra cosa» en que se convirtió el autor fue un artista multidisciplinario, un creador, con todas las implicaciones que tiene el término.
Carrión fue el primer escritor y artista nacido en México que se convirtió expresamente en post-mexicano.
Carrión pasó de ser un prosista literario mexicano de sólida promesa a poeta internacional posmoderno en ebullición de metalenguaje. Abandonó metro, rima, imagen, anécdota o visión singular como vía de producción de piezas sueltas, y reemplazó estos recursos con un método: series que se multiplican a partir de un principio rector. Esos poemarios apropiacionistas o series genéricas ya son preámbulo de sus bookworks.
En México D.F. se pueden encontrar dos ediciones sobre Ulises: Taller Ditoria «Poesías, Ediciones Hungría «El arte nuevo de hacer libros» libro-camisa. (A nuestro parecer la mejor edición sobre Carrión) y, en su colección Anómalos, de Editorial Tumbona la cual recoge el famoso Archivo Carrión.

Ediciones Hungría

Ediciones Hungría

Taller Ditoria

Tumbona Ediciones
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EL ARTE NUEVO DE HACER LIBROS
¿QUÉ ES UN LIBRO?
Un
libro
es
una
secuencia
de
espacios.
Cada
uno
de
estos
espacios
es
percibido
en
un
momento
diferente
– un libro es también una secuencia de momentos.
Un
libro
no
es
una
caja
de
palabras,
ni una bolsa de palabras,
ni un portador de palabras.
—-
Un escritor,
contrariamente a la opinión popular,
no escribe libros.
Un escritor escribe textos.
El hecho de que un texto esté contenido en un libro,
procede sólo de las dimensiones de este texto; o,
en el caso de una serie de textos cortos (poemas, por ejemplo), de su cantidad.
—-
Un texto literario
(prosa)
contenido en un libro
ignora el echo de que
el libro es una secuencia
autónoma espacio-tiempo.
Una serie de más o menos textos cortos
(poemas de diversos autores)
distribuidos en un libro,
siguiendo cualquier orden particular
revela la naturaleza secuencial del libro.
Lo revela,
es posible que lo use,
pero no lo incorpora o asimila.
—-
El lenguaje escrito es una secuencia ——- de signos !»$%&( que se expanden en el espacio;
la lectura de los cuales sucede en el tiempo.
Un libro es una secuencia de espacio-tiempo.
—-
Los libros existen originalmente como continente de textos literarios.
Pero los libros, vistos como realidades autónomas, pueden contener cualquier lenguaje (escrito), no solo lenguaje literario, sino cualquier otro sistema de signos.
—-
Entre los lenguajes,
el lenguaje literario (prosa i poesía)
no es el más adecuado a la naturaleza de los libros.
—-
Un libro puede ser el continente accidental de un texto,
la estructura del cual es irrelevante para el libro:
estos son los libros de las librerías y bibliotecas.
Un libro también puede existir como una forma autónoma y autosuficiente,
incluyendo también un texto que enfatice esta forma,
un texto que es una parte orgánica de esta forma:
aquí empieza el nuevo arte de hacer libros.
—-
En el viejo arte el escritor se autoconsidera como un ser no responsable hacia el libro real. Él escribe el texto. El resto es realizado por los servidores, por los artesanos, por los trabajadores, por los otros.
En el nuevo arte escribir un texto es solo el primer eslabón de una cadena que va desde el escritor al lector. En el nuevo arte el escritor asume la responsabilidad del proceso completo.
—-
En el viejo arte el escritor escribe textos.
En el nuevo arte el escritor hace libros.
—-
Hacer un libro es actualizar su propio ideal secuencia espacio-tiempo por medio de la creación de una secuencia paralela de signos, ya sean verbales o de los otros.
http://latempestad.mx/carrion-y-el-arte-nuevo
http://www.frente.com.mx/los-muchos-rostros-de-ulises-carrion/
http://www.tumbonaediciones.com/tumbona/autores/c/ulises-carrion
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