La bebida con la que te reciben en el infierno

Cuando me morí no supe que seguía, hasta que me dio sed.

«Y todo valio madres»  

De una máquina salió una bebida negra, amarga y caliente. Entonces pensé que se habían equivocado de persona al enviarme ahí. Pero en realidad fue como lamer una suela de chancla que había recorrido la ciudad en subterráneo; aunque con la dosis de cafeína necesaria para tolerar exquisiteces editoriales.

¡Exacto!

Era el mismo café mierda que quien sabe quién preparaba en la redacción todos los días en las salidas de todos los baños del edificio. Elaborado, probablemente, en los retretes o con residuos de ellos.

Nadie lo tomaba, excepto los novatos como yo, redactores de tercera fila.

escrito por Melissa Amezcua (@chinampa) + ilustraciones de M. Arizaga (@_m1965)

+(SIC) «sicfanzine.tumblr.com» ♥